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NFT

Tokens no fungibles 

Comprar el original de un cuadro tradicional siempre ha sido relativamente sencillo. Era suficiente  comprarlo de un vendedor certificado, como una casa de subastas o galería famosa, o verificar la autenticidad de la firma.
Comprar el original de una pintura digital, en cambio, siempre había sido imposible. Las imágenes se pueden descargar, reproducir, robar con facilidad. E incluso cuando se compran legalmente, es difícil saber cuántas otras personas poseen una copia idéntica, porque una característica típica de las obras digitales es su reproducibilidad infinita. Paradójicamente, cada copia de una obra digital es un original desde el punto de vista de la calidad.
Todo esto se ha visto revolucionado por el nacimiento de la tecnología blockchain en el campo del criptoarte.
Sin entrar en detalles técnicos llegamos a la conclusión: hoy se puede comprar el original de una obra digital, lo que equivale a decir: comprar un NFT.  Al comprar un NFT de una determinada obra que nos encanta, no solo adquieres la obra, sino también el derecho de propiedad sobre ella. Esto significa que el autor de la obra, si bien sigue siendo el propietario "moral" y puede exhibir la obra en exposiciones personales, pierde todos los demás derechos sobre la obra vendida. Ya no puede venderlo ni usarlo. Todos estos derechos pasan a manos del nuevo propietario exclusivo que puede decidir quedarse con la obra como coleccionista o lucrar con ella, obteniendo productos derivados o revendiendo la obra misma.
Es por eso que los precios para comprar un NFT son bastante altos.
¿Te interesaría?
Visite la galería Souentos en Open Sea, el gran mercado NFT. 

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